La Llorona
Bien, como Enrique Rentería, coautor del guión junto con Lorena Villarreal, quien también dirigió el filme. En fin, les decía que Enrique Rentería, alias Ego rentería, era mi maestro de la materia Guión Cinematográfico III, por lo cual asistí a la premier de la película, con todo y alfombra roja, en Cinépolis Universidad, una de las salas más elegantes de dicha cadena.
A lo largo de tres semestres en los que tuvimos dicha materia, Guión Cinematográfico I, Guión Cinematográfico II y Guión Cinematográfico III, siempre se nos recalcó tener cuidado con el humor involuntario. No hay nada peor para un guionista, que el espectador se ría, cuando no es la intención del guionista. Bien, en una de las secuencias de la película, Lucía, la que en algún tiempo fuera novia de Manuel, llega a buscarlo a su casa, bajo un aguacero tremendo. Él la invita a pasar. Una vez dentro, le pide que se siente. A cuadro aparece un sillón de cuero. Ella se niega con el siguiente diálogo: pero te lo voy a empapar. Lo cual provocó automáticamente no sólo mi risa, sino la de muchos que estábamos en la sala. La cuestión es que, como risa es bastante estruendosa, se escuchó por encima de todas las demás, lo que me valió haber sido reprobado en dicha materia. Me queda claro que fue en venganza, puesto que un compañero que era mi comparsa, también fuen reprobado siendo los dos únicos con calificación reprobatoria, y de paso quedamos en la lista negra del guionista en cuestión. No me avergüenza aceptar que reprobé en una de las materias que más fue de mi agrado, y en la que mejor me sentía. Lástima por el maestro, quien según él, jamás entregué mi trabajo final, las primeras treinta páginas de un largometraje. Pero eso sí, quien realmente no entregó nada, pero sí le daba un aventón a su casa, aprobó sin mayor problema. No revelaré el nombre de dicha persona porque no es el punto.
A riesgo de parecer que escribo esto por rencor, les diré que siempre creí que el tropezón de Rentería se había debido al haber formado pareja creativa con una persona con nula experiencia en la industria, tanto dirigiendo como guionizando, como queda de manifiesto en la película. Pero al ver trabajos anteriores, Dame tu Cuerpo, me queda claro que el problema es él, independientemente de quién sea su pareja creativa, cuando la ha tenido. También me queda claro que, si dedicara más tiempo a la clase, y menos a hablar de él, habríamos aprendido más durante el semestre que tomamos su clase. Si así como da clase, escribe los guiones, es claro el porqué del resultado.
En fin, mi trabajo hablará por mí, y entonces tendrán la justa opinión de esto. Claro que para ello, aún necesita pasar un buen rato.