20061014

La Llorona

El día de hoy, no escribiré específicamente de una película, pero sí haré mención de ella. Ésta lleva por título, Las Lloronas. Una producción que se anunció con bombo y platillo y que resultó ser un verdadero fracaso.

Bien, como Enrique Rentería, coautor del guión junto con Lorena Villarreal, quien también dirigió el filme. En fin, les decía que Enrique Rentería, alias Ego rentería, era mi maestro de la materia Guión Cinematográfico III, por lo cual asistí a la premier de la película, con todo y alfombra roja, en Cinépolis Universidad, una de las salas más elegantes de dicha cadena.

A lo largo de tres semestres en los que tuvimos dicha materia, Guión Cinematográfico I, Guión Cinematográfico II y Guión Cinematográfico III, siempre se nos recalcó tener cuidado con el humor involuntario. No hay nada peor para un guionista, que el espectador se ría, cuando no es la intención del guionista. Bien, en una de las secuencias de la película, Lucía, la que en algún tiempo fuera novia de Manuel, llega a buscarlo a su casa, bajo un aguacero tremendo. Él la invita a pasar. Una vez dentro, le pide que se siente. A cuadro aparece un sillón de cuero. Ella se niega con el siguiente diálogo: pero te lo voy a empapar. Lo cual provocó automáticamente no sólo mi risa, sino la de muchos que estábamos en la sala. La cuestión es que, como risa es bastante estruendosa, se escuchó por encima de todas las demás, lo que me valió haber sido reprobado en dicha materia. Me queda claro que fue en venganza, puesto que un compañero que era mi comparsa, también fuen reprobado siendo los dos únicos con calificación reprobatoria, y de paso quedamos en la lista negra del guionista en cuestión. No me avergüenza aceptar que reprobé en una de las materias que más fue de mi agrado, y en la que mejor me sentía. Lástima por el maestro, quien según él, jamás entregué mi trabajo final, las primeras treinta páginas de un largometraje. Pero eso sí, quien realmente no entregó nada, pero sí le daba un aventón a su casa, aprobó sin mayor problema. No revelaré el nombre de dicha persona porque no es el punto.

A riesgo de parecer que escribo esto por rencor, les diré que siempre creí que el tropezón de Rentería se había debido al haber formado pareja creativa con una persona con nula experiencia en la industria, tanto dirigiendo como guionizando, como queda de manifiesto en la película. Pero al ver trabajos anteriores, Dame tu Cuerpo, me queda claro que el problema es él, independientemente de quién sea su pareja creativa, cuando la ha tenido. También me queda claro que, si dedicara más tiempo a la clase, y menos a hablar de él, habríamos aprendido más durante el semestre que tomamos su clase. Si así como da clase, escribe los guiones, es claro el porqué del resultado.

En fin, mi trabajo hablará por mí, y entonces tendrán la justa opinión de esto. Claro que para ello, aún necesita pasar un buen rato.

20061008

Goodfellas

Pocas son las películas que realmente me gustan, y que sería capaz de verlas una y otra vez. Una de ellas, Goodfellas. genialmente dirigida por Martin Scorsese, basada en la novela de Nicholas Pileggi, con quien escribió Scrosese el guión, llamada "Wiseguy". El libro, a su vez, está basado en la vida de Henry Hills, un exmafioso quien terminó siendo parte del programa de testigos protegidos del gobierno de los Estados Unidos, y quien pasó a ser una de las piezas fundamentales para el armado del filme.

Inicialmente ambientada en la decada de los cincuentas, lo que de entrada la hace una película cara, una gran producción. Filmada con los adelantos tecnológicos que había para cada una de las décadas en las que se vivió la historia.

Usando el recurso de la narración en off, antiquísimo, pero tan bien llevado por el director, que jamás nos es molesto.

Una de las mejores secuencias, es la filmada con ayuda del steadicam, y que es cuando Henry llega, en compañía de Karen, al Copacabana. Ni un solo corte. Justo cuando él se empieza a revelar delante de ella, haciendo gala de un gran desembolso, solamante en propinas. El hombre que le cuidará su auto; el empleado que los recibe en la puerta de servicio, y al cual le hace también una generosa recompensa, ya que, gracias a él, se olvidan de la molesta fila; pasando por la cocina, en la cual se ve la intensa actividad de un bar como ése, hasta finalmente llegar a las mesas, donde el encargado los recibe de muy buen agrado, ordenando una mesa al frente, mostrando también la molestia de los que para entonces estaban en primera fila. Finalmente, Henry saluda a sus colegas, quienes, no podía ser de otra manera, también están en lugares privilegiados. A partir de entonces Karen no será la misma, pues la secuencia no es sino la metáfora de la entrada de ella al mundo de quien más adelante se habrá de convertir en su esposo, con las consecuencias que conlleva ser desposada por un gángster.

Claro está que la película no es grandiosa únicamente por esta secuencia. Lo es por el rompimiento de todas las reglas habidas y por haber, a la hora de hacer cine. Muestra de que Scorsese es conocedor de todas ellas.

Filme que no se centra sólo en las grandes riquezas que pueden llegar a tener individuos como Henry, sino en todos los obstáculos que tienen que librar para conseguirlas.

Violenta, explícita, nada mejor que Goodfellas. Mujeres, drogas y sus consecuencias, no podía faltar en una película com ésta. Basta ver con atención la parte final de la película, en la cual la paranoia de Henry, hasta las manitas de cocaína, enialmente representada con el manejo de las cámaras. Indudablemente Ray Liotta juega un papale importantísimo, al igual que los maquillistas. Quien alguna vez haya estado bajo los influjos de la droga, sabrá entender a la perfección esa parte del filme.

Finalmente, Henry Hil, habla a cámara. Si hay algo que es realmente difícil de llevar a buen puerto, sin caer en la comedia, no por eso menos buena, y sin hechar a perder lo antes logrado, es cuando un actor habla directamente con la cámara.

Acompañado también de uno de los más reconocidos cinefotógrafos Michael Ballhaus, sin el cual no se habrían podido crear tan a la perfección todas las atmósferas requeridas en esta película.

En fin, se trata de Scorsese. No se hable más.


Goodfellas. 1990 WB.